Lunes 16 de Marzo de 2020

Hoy es el primer día en que eso del confinamiento parece que ya es efectivo. Después de la alerta decretada por el gobierno el pasado domingo.

El fin de semana fue para mi parecido a otros muchos en que me quedo en casa en la Cañada. Con la diferencia que el sábado por la mañana me acerqué a Consum porque me faltaba pienso para Becca y agua y vino para mí. Ya pude ver lineales vacíos: no quedaba pasta ni arroz ni legumbres y tampoco papel higiénico, había mucha mas gente de lo habitual y bastante agitación pero todavía ninguna medida preventiva. En el pueblo ya estaban los bares cerrados y había colas en la pescadería y la frutería, no así en el estanco donde compré un solo paquete de tabaco porque ya sabía que iba a permanecer abierto. Cuando entré al quiosco para comprar el periódico si que noté algo de stress, Marisa y sus hijas llevaban guantes y mascarillas y habían improvisado con cestas una barrera frente al mostrador. Se les notaba inquietas y lo entiendo, están obligados a permanecer abiertos pero no les hace ninguna gracia porque Pepe el marido y padre y amigo mío es persona de riesgo y deben estas asustadas.

Yo también soy persona de riesgo, tengo 73 años y estoy un poco asustada pero no demasiado. Aunque, visto lo visto, decidí que los próximos días compraría el periódico en la gasolinera.

Durante todo el fin de semana estuve recibiendo wasaps y llamadas de personas que se interesaban por saber si me encontraba bien. Hablé con Amparo, con Ali, con Merche, con Cris y Bego…y como siempre Mar me envió videos y fotos de lo más divertido. A destacar el mensaje inesperado de Carmiña, mi vecina que me ofrecía ayuda de su parte y de la de su marido. Lo menos agradable fue la intervención de Fátima que se pasó toda la mañana del sábado dando la vara en el chat de EPL recabando de los maestros socráticos preguntas sobre la situación. Me pareció un poco inoportuno y al final envié una pregunta sobre si esta situación no nos haría algo perezosos…por decir algo y porque a mí me estaba pasando; todavía no había guardado en el armario el juego de cama que había lavado hacía dos días.

El domingo por la tarde lo pasé tumbada en el sofá, medio en duermevela y medio atenta a la pantalla. Cambiando de canal a ver cómo iban las cosas y me enteré de que no iban nada bien porque las cifras de infectados subían y había muchos problemas hospitalarios y también muchas personas que se estaban tomando la situación como unos días de vacaciones. Como la gente de Madrid que se desplazaban a sus segundas residencias en el mediterráneo para disfrutar del sol. ¡Vaya inconscientes! Un poco sobrepasada por tanta información de redes, acabé la noche del domingo leyendo el “libro de los anhelos” de Leonard Cohen y tomando alguna nota de sus poemas. Eso estuvo bien, porque me devolvió a mi rutina habitual y también tomé notas como siempre en la libretita para planificar la semana.

El tiempo fue espléndido durante el fin de semana pero hoy ha amanecido lloviendo, parece que volvemos a tener una DANA. Becca ha estado inquieta toda la mañana. No le gusta la lluvia porque no puede salir al jardín y se pone a incordiar por la casa, haciendo “personita” que es como yo le llamo a cuando se levanta sobre sus patitas de atrás y me mira como para decirme: eh! Pero que haces ahí parada! Vamos a divertirnos un rato!

La mañana de hoy lunes la he pasado al teléfono y al wasap. He hablado con mi abogado por cuestiones relativas al negocio y me he puesto en contacto con Liliana, la persona que viene a limpiar a casa los miércoles para comprobar donde había decidido pasar este confinamiento y cuales eran sus planes respecto al trabajo. A Liliana le pago en negro así que era conveniente conocer su decisión libre. También porque es una persona para mí entrañable y fiable con la que tengo complicidad que entiendo puede serme de gran ayuda para la práctica de supervivencia al confinamiento.

Hoy solo he salido para comprar el periódico, en coche y a la gasolinera. No me apetece volver al quiosco de Pepe. Bueno, y luego he sacado a pasear a Becca corriendito, cuando ha aclarado un poco.

Antes de comer he hablado, por fin, con Val. Habíamos cruzado mensajes pero todavía no habíamos conseguido dar una con la otra. Todo bien. LOVE in exile! Val es como si fuera mi hija y me conoce muy bien, por eso, supongo, me ha preguntado si no iba a escribir “un cuento sobre el coronavirus” a lo que yo le he contestado que obviamente NO, Valeria, ya hay mucha gente que está haciendo eso, le he dicho.

Sin embargo, una vez he colgado el teléfono y he comenzado a prepararme la comida, he pensado que quizás no un cuento, pero sí un diario del confinamiento.

Martes 17 de Marzo de 2020

Hoy me he levantado muy tarde, casi a la hora de comer. Ayer noche estuve charlando con Artur por videoconferencia un buen rato y parece que se me ha cambiado el horario. El coronavirus ya ha llegado a Colombia y parece que es inminente que el gobierno tome medidas de confinamiento parecidas a las de aquí. Y Artur teme no poder venir en mayo para la boda de su sobrina o que, si lo hace, luego no pueda regresar. Ya veremos. Se le nota preocupado por su salud, dice que va a contratar un seguro privado, claro, no se fía de la sanidad colombiana si llegara a enfermar. Por primera vez desde que se fue hemos tenido una charla amigable como solíamos tener por teléfono.

Ha llovido tooodo el día. Un chirimiri finito pero persistente. Ni siquiera he salido a por el periódico ni a pasear a Becca. Hoy confinamiento TOTAL Jaja! Tenía que probarlo.

Resulta irónico pero de haberse celebrado las fallas ayer y hoy con esta lluvia no hubiera habido mascletá, ni ofrenda. Algo tendremos que agradecerle al virus que ha obligado a aplazarlas al mes de julio.

Cada día hay novedades. Hoy tocan las económicas. He recibido un aviso de Bankia diciendo que el fondo de inversión experta (el de mayor riesgo que tengo contratado) ha experimentado una pérdida del 10%. Era de esperar. Mañana le llamaré a la gestora a ver que hago. De momento he bloqueado las notificaciones de Habitaclia. Creo que invertir en un piso como tenía planeado ya no será posible. Tendré que decírselo a Cris. Espero que lo entienda.

Y de remate nuestro presidente Sanchez nos ha dicho a los propietarios que espera seamos solidarios con los inquilinos y les perdonemos los alquileres todo el tiempo que dure esta alerta. Vale. Tendremos que reconfigurarnos. Y basta por hoy.

Miércoles 18 de Marzo de 2020

El día de hoy se me ha pasado rapidísimo. Venga hacer cosas y todas productivas y prácticas. Ha dejado de llover y ha salido el sol a ratos y eso también ayuda. Al ser miércoles ha venido Liliana que ya hacía falta porque la casa estaba super sucia con las paticas de la Becca marcadas en el suelo y llena de barro después de la lluvia. Y eso que yo he pasado la escoba un par de veces!. Tendré que ocuparme más.

Esta mañana he estado vaciando los cajones del mueblecito del despacho para que cuando venga Valeria tenga algo de espacio. Qué bien si ya estuviera aquí pero con esto del virus….

Ha sido una experiencia divertida la limpieza de cajones, he tirado muchos papeles y manuales relacionados con mis principios en la tecnología y también he encontrado documentos relacionados con mi trabajo en lógica (material de clases, derivaciones..) y artículos de Feyerabend que estudié antes de mi primer viaje a Berkeley, la entrevista, la inscripcion como miembro en la librería de Chicago…Bonitas sorpresas! Como anécdota: Becca se me ha comido la magdalena del desayuno.

Luego he subido a la plaza al estanco y a la frutería y he ido a la gasolinera a comprar el periódico. Marisa me ha visto pasar en el coche y no entrar en el quiosco. Seguro que se ha mosqueado pero es que me da un poco de prevención, tiene allí la ropa colgada en las perchas y puesta en los maniquíes un día tras otro…wow! Eso de tener el negocio combinado ahora no ayuda ni a ellos ni a nosotros. Mañana me pasaré, de todos modos y le preguntaré por Pepe.

De vuelta a casa he pillado a Becca y nos hemos dado un buen paseo andando hacia el monte. Ya era hora después de tanta lluvia! Y, antes de comer he recibido una buena noticia. Los de la app paterna estarán abiertos a partir del lunes así que recuperaré el otro ordenador y también el aparatito para leer los disquettes antiguos, seguro que no me voy a aburrir los próximos días y también encontraré algunas sorpresas… Bieeen

Ya me he organizado con Liliana para que su yerno me haga compras cuando vaya al Carrefour para comprar para su familia y luego me lo trae a casa (todo) Gracias Alex.

Un gran día hoy lleno de expectativas y proyectos de futuro. Ahora habrá que pillar la rutineta y a vivir que son two days.

Su Majestad Felipe VI acaba de dar un comunicado de apoyo y ánimo a la ciudadanía muy cortito pero no nos ha dicho nada del problemón que tiene con su padre, la pasta de Suiza y su herencia. Bueno, casi tiene suerte…jaja! El COVID acabará tapando toda esa porqueria. Ya veremos.

Mar no hace mas que mandarme juegos y jeroglíficos. No doy abasto. Así que los dejaré para mañana. Se me acumula la faena. Voy a cenar

Jueves 19 de Marzo de 2020

El día de S,José y el día del padre! La fiesta grande de Valencia y sin fallas, sin cremá y sin mascletá….Vaya desastre! O así parecía esta mañana cuando he salido a por el periódico y a pasear a Becca. La Cañada parecía un lugar fantasma. Nadie en las calles, casi ningún coche circulando y un par de paseadores como yo con los que me he cruzado a distancia. Pero a las 2pm la gente que tenía grabada la mascletá de otros años ha sacado los altavoces a la calle y aunque enlatados hemos escuchado los truenos. Luego hemos aplaudido. Bieeen. Ha sido muy reconfortante. En mi calle se ha oído de lejos pero ha bastado para darle al día un poco de emoción. Mola.

También en Valencia, a mediodía, los músicos/a de bandas han salido a los balcones a interpretar Paquito el Chocolatero y otros pasodobles. Y en algunos barrios la gente ha improvisado Ofrendas en las terrazas. He visto videos en wasap y hasta han hecho un reportaje en un telediario nacional.

Por lo demás, para mí ha sido un día tranquilo, medio nublado y algo fresquito.

No tengo mucho más que contar, excepto que Paula, del gabinete de estética, nos ha pasado por wasap información sobre el método para renovar nuestra manicura las que llevamos esmalte permanente. Un detalle muy de agradecer y así lo he hecho.

Ahora a las 8pm en algunos barrios de Valencia estarán aplaudiendo a los sanitarios. Pero en mi calle eso no pasa. Así que me solidarizo in pectore y acabo. Voy a leer un rato. Mañana más.

Domingo 22 de Marzo de 2020

He tenido un parón de dos días sin escribir pero ya retomo. El viernes fue un día muy peculiar. Llegué a la hora de comer agotada de hacer la compra. Tres cuartos de hora de cola y un cuarto de hora llenando el carrito de productos en medio de un agobio de reponedores y palés que no respetaban la distancia de seguridad ni por asomo. Y nada más que contar, solo decepción y cansancio.

Pero el día se arregló ya tarde por la noche, estuve un rato muy largo hablando con Bruno por teléfono y lo pasé muy divertido. Hay que ver, dónde hubo siempre queda, y con Bruno eso se nota en nuestra complicidad y, por qué no decirlo, nuestro enorme cariño. Si un día estuvimos enamorados ahora nos queremos mucho.

Bueno, fue como cualquiera de esas noches ya sea en Ibiza o aquí en que nos enzarzamos en una conversación y de un tema pasamos a otro y se nos hace la madrugada. Esa noche hablamos de su abuelo y la Revista Las Leandras y sus recuerdos….creo que llegamos a cantar algún número juntos. Jajaja Claro! Cada uno echando mano de las existencias de su bar privado para aclarar la garganta.

Así que el sábado lo pasé en una nube, dormitando a ratos y con una buena resaca pero feliz y contenta. Ni siquiera fui a comprar el periódico y Becca tuvo que conformarse con hacer pipis y cacas en el trocito de tierra al lado del naranjo y sin esos olores tan buenos que descubre cada día en el paseo.

Hoy domingo ya vuelvo a estar en forma. Me he levantado temprano, he puesto una lavadora y he jugado un ratito en el jardín con Becca que, por cierto, se ha portado muy mal mientras me duchaba y me ha vaciado la papelera por la salita. Nada fuera de lo normal, nunca tiene bastante con los juegos y se inventa travesuras.

He ido a comprar el periódico a la gasolinera, en coche, atravesando una Cañada desierta que más parecía un lugar nórdico de esos que salen en las películas que un pueblo mediterráneo. Además el panorama lo completaba el cielo gris y el frío que se ha levantado y también la frialdad de los dependientes y los tres clientes que había en la gasolinera.

Hay algo que si he notado en estos días y es una mayor frialdad en las relaciones. No con los amigos y la familia que cada vez es más entrañable, sino con las personas que te atienden en las tiendas, en la farmacia o los vecinos con los que te cruzas paseando a la perra. Una especie de mirada huidiza y un modo esquivo de relación, como si tuvieran miedo de que les contagiaras el virus o quisieran mostrarte que si están allí es por obligación, porque el gobierno los ha declarado servicios mínimos y que vaya suerte que tienes tú que luego te vuelves a confinarte en tu casa y ellos tienen que seguir allí expuestos al contagio. Ni siquiera consideran que a mi edad estoy mucho mas expuesta, y sin embargo pongo buena cara.

Lo mismo con esto anterior me estoy pasando y debería ser mas empática con su situación. En fin, ahí lo dejo. Voy a prepararme el hervido que hoy quiero acostarme pronto porque mañana a primera hora tengo que llamar al App de Paterna para ver si puedo recoger el portátil y el aparato ése para ver los disquetes.

Ah! Y esto del confinamiento va para largo, acabo de enterarme que prologan hasta el 12 de Abril, así que voy a tener tiempo de visionar muchos disquetes.

Mañana más

Lunes 23 de Marzo de 2020

Hoy he recibido una mala noticia nada más levantarme que acabo de confirmar hace un rato. Ha fallecido Miguel, la pareja de Merche Chapí, la que fue profesora de teatro de la escuela Blat de Ibiza. Aunque yo no lo conocía casi, sé que ella lo amaba muchísimo. Cuando nos vimos el pasado noviembre en el club naútico cuando yo estuve en Ibiza, ella le llamó “criatura” para significar con dulzura que era más joven que ella.

El día amaneció lluvioso y frío como presagiando la mala noticia. Y así ha seguido, deslavazado y triste. Ni siquiera jugar con Becca me ha levantado el ánimo. Y no sólo es por este suceso aislado sino porque en los medios ya se está hablando de qué vamos a hacer con tanto muerto.

Estoy un poco bloqueada y algo asustada. Supongo que ésta no va a ser la única noticia de este tipo que reciba en los próximos días. Ya veremos.

Mañana más.

Miércoles 25 de Marzo de 2020

A veces, los aparatos con los que convivimos y que nos hacen la vida más fácil, suelen fallar en el momento en que nos son más necesarios. Por ejemplo, la nevera en pleno verano o la calefacción en pleno invierno. Estos sucesos fortuitos de los que tengo experiencia y que llevo muy mal (he de confesarlo) suelen ser un fastidio para nuestros planes, pero nada más, en circunstancias normales.

A mí me falló el móvil el lunes por la noche. Y, dadas las circunstancias de estado de alerta, lo consideré no como un fastidio sino como un acontecimiento de muy mal agüero. Porque en estos momentos ese artilugio tecnológico era clave para mi supervivencia. Ahí estaba el wasap que me servía para comunicarme en tiempo real con la familia y los amigos, donde recibía las informaciones del Ayuntamiento y las recomendaciones de los medios. Vamos, el vínculo con el exterior estaba bloqueado y eso me hacía sentir más mi riesgo. Además, en mi afán de ser “una mujer del siglo XXI” hacía ya años que había dejado de utilizar las agendas de papel (actualizadas anualmente) para guardar mis contactos confiando en que un artilugio tecnológico haría el trabajo por mí.

Lo anterior es una interpretación racional de los hechos. Ahora voy a contar lo que a mí me sucedió cuando se produjeron los hechos:

– A mitad de la cena: hervido y tostadas con queso, el artilugio se pone a hacer ruidos extraños y enciende y apaga la pantalla. Como estos aparatos a veces hacen cosas raras y ya me han explicado que hay que reiniciar, lo hago. Pero cuando el aparato no responde a la contraseña y se bloquea…

– Intento utilizar una llamada exterior desde el fijo. Suena, y sale en pantalla, pero cuando intento mover el icono de respuesta no responde.

– Ya no me apetecen las tostadas con queso, las devuelvo a la cocina, Esto no va bien, pienso, y me quedo sentada un ratito viendo la tele.

– Nada me distrae, sí, empiezo a pensar en malas cosas

– No me como las tostadas con queso y eso que me apetecían. Las devuelvo a la cocina. Si ahora las comiera seguro que las vomitaría. Me agobio, me cabreo. y empiezo a pasear arriba y abajo.

– Esa noche duermo mal porque tengo miedo de no poder salir adelante si contraigo el covid19 y no soy capaz de hacerme ver mediante wasap o cualquier otra red en la que me escuchen

Basta ya! He conseguido centrarme, hoy, día martes, es otro día y está claro que la lucha por la vida se impone: thanks prof. Feyerabend.

Vale la pena contar que tener un referente como Fernando Simón ayuda.

Y entre le plis and le plus, esta que escribe se buscó la vida: Joder, joder, es difícil sobrevivir en confinamiento! Pero no imposible! Aunque a veces una tenga que hacer de tripas corazón.

Debo decir que, de hecho, salí de este asunto con mis propias herramientas. Gracias al profesor Cadórniga que me enseñó lo que eran los modificadores de la percepción y al profesor Feyerabend que me enseñó que siempre había que encontrar un punto de perspectiva.

Bueno, por fin el asunto ya está en vías de solución. Gracias a JuanVi de la App les Roses de Paterna que me ha colado en su pedido un nuevo móvil y a Alex, el yerno de Liliana que se ha ofrecido a venir a casa para recoger el antiguo y llevárselo para configurar, parece que pasado mañana tendré ya otra vez vínculo con el exterior. Veremos.

Jueves 26 de Marzo de 2020

Hoy, vestida como para tirar la cordá: botas ajustadas, vaqueros, parka con capucha, mascarilla y guantes he pillado el coche y he ido a Paterna a recoger el nuevo móvil.

Todo bien. Me he sentido un poco rara porque hoy hace un día soleado y ventoso propio de primavera y no le pegaba nada el atuendo…Jaja … y ni que me importe.

Bromas aparte, estoy mucho más tranquila y dispuesta otra vez ha hacer “vida normal” de confinamiento.

Todavía no me sienta bien la comida, sigo teniendo diarrea y muchos gases. Aún me queda susto en el cuerpo pero ya se irá con los pedos, me digo.

Mañana más.

Sábado 28 de Marzo de 2020

Ayer fue un día de recuperación de rutina hasta cierto punto. Volvió a llover desde primera hora pero aún así vino Liliana a trabajar. Me hacía mucha falta, porque aunque hago lo que puedo, algunas actividades de limpieza se me hacen muy cuesta arriba debido a la artrosis. Por ejemplo cambiar las sábanas, manejar el aspirador…

La presencia de Liliana en casa ha sido como un bálsamo para lo que me restaba de ansiedad. Ella viene en autobús desde Paterna donde vive y sé que hace un esfuerzo al viajar en un servicio público donde hay que guardar las distancias preventivas lo cual hace que el viaje sea poco menos que desagradable. Ya me gustaría poder ir a buscarla y acompañarla a su casa con el coche pero está prohibido ir dos personas en un coche de mis características (un Corsa). Le pago por su trabajo pero no por su generosidad y dedicación. Y no sé cómo gratificarla sin propasarme. De momento aparte del salario le he dado una cantidad para compartir el gasto del bono de transporte.

También, a última hora de la mañana me atreví a ir ha hacer la compra semanal al Consum. Bien. Ya no había esas colas descomunales de la semana pasada y estaba todo más provisto y mejor organizado, Buena cosa que en las cajas han puesto mamparas y los lineales están más surtidos.

A las 8pm conecté con la emisión del cirquedusoleil y disfruté de una hora viendo su producción gratuita. Gracias a mi amiga Mar que me pasó el dato por wasap y a que, afortunadamente, ya disponía de móvil. Le pasé el dato a Cris y también pudo disfrutarlo.

Debo decir que cuando estaba incomunicada por móvil, Cris y Guz se ocuparon de darme conversa al fijo durante ratitos largos. Estas conversaciones me ayudaron a aguantar el tirón. Mola!

La noche del viernes al sábado la he pasado tranquila. Hoy me he levantado tarde, como a las 10am y con ánimos. He respondido a algunas personas que me habían mandado mensajes de wasap sin contestación y he recibido un correo de Val en respuesta al que yo le envié explicando mi silencio y el hecho de no haber felicitado a Jade por su cumpleaños.

La mañana la he dedicado a teñirme el pelo. Gran experiencia que me ha servido para divertirme un rato y también para reírme de mi misma debido a la falta de práctica. Debo decir que hacía por lo menos 25 años que no me hacía un teñido. Me ha costado más tiempo de lo habitual, pero no estoy descontenta del resultado. Cierto es que me he dejado algunas canas en las sienes y lugares cercanos a la cara porque tenía miedo de acercarme demasiado a los ojos. Pero puedo taparlos con el peinado, porque como el pelo ha crecido ahora tengo que inventarme un nuevo estilismo. Si de algo estoy contenta es de haber acertado en el color chocolate que remeda bastante el que uso habitualmente y, desde luego, de la imagen que me devuelve el espejo que me hace sentir otra vez on the mood.

Poco más que contar, sólo que, por suerte, en la tv3 están poniendo Ocean’s Eleven, una peli que me gusta mucho y voy a volver a ver.

Mañana más

Miércoles 1 de Abril de 2020

Desde el domingo por la tarde que comencé a deslizarme por la pendiente del desánimo todavía no me he recuperado del todo. Nada me ayudaba, tenía la mente abotargada por las noticias y me sentía como una hormiga a punto de ser aplastada de un pisotón. De hecho, la cocina y el baño se me llenaron de hormigas y lo tomé como una mala premonición. Cada vez que les pulverizaba insecticida para eliminarlas, no podía dejar de sentirme como un bicho indeseable y molesto del que hay que deshacerse, sí o sí, porque ha invadido el sitio de otros, hay muchas y sobran. No era una pesadilla porque no estaba dormida pero sí una metáfora muy real y deprimente. También, conocer cómo se estaba realizando el triaje en algunos hospitales y las recomendaciones de no ocupar UCIS con mayores de 80 y entre los mayores de 70 aplicar también métodos de selección muy drásticos recomendados en función de salud pública.

Bueno, no voy a seguir dando detalles de mi flojera para no volver a caer en ella. Pero ahí está y hay que adaptarse a vivir con esa sensación.

Lo cierto es que voy adaptándome a ciertas rutinas parecidas a las que en ocasiones he adoptado con gusto cuando me ha tocado vivir en el extranjero por motivos de estudio o trabajo. Como cuando me alojé en el iskon Krishna de Boston invitada por Breton Morse (Bagavanda Puranda das entonces) y tuve que atenerme a sus normas. No estaba permitido tocarse, los zapatos había que dejarlos en la entrada para no contaminar el recinto, la alimentación estaba controlada por motivos aleatorios relativos a la supervivencia y algunos iniciados hacían teletrabajo para difundir esos puntos de vista que, por otro lado, nos recordaban por audifonía con unos discursos machacones y reiterativos. Eso sí, no llevábamos mascarilla.

Hoy ha amanecido lluvioso pero luego el sol ha salido a intervalos. Becca ha aprovechado esos momentos para tenderse al sol y disfrutar. Para mí ha sido un día de gestiones. La más importante: descargar el “modelo de declaración responsable a emitir para los trabajadores por cuenta ajena que no deban acogerse al permiso retribuido recuperable recogido en el Real Decreto-ley 10/2020”. Lo que en lenguaje llano significa el “salvoconducto” necesario para que Liliana en su calidad de empleada de hogar, pueda desplazarse en autobús desde Paterna hasta la Cañada para hacer su trabajo. Mi abuela Virginia que durante la guerra civil, tuvo que hacerse cargo del almacén de aceite, me contaba cómo tuvo que aprender a escribir a máquina para poder redactar los salvoconductos para sus empleados. Gracias abuelita! Mañana sería tu cumpleaños! Una mujer impecable de 1886!

El día ha ido remontando para bien a partir de las 7 de la tarde. He salido a pasear con Becca por el circuito habitual, dónde hay una casa donde habita un pastor alemán con quien desde el principio ambos se han mostrado beligerantes. Hoy NO. El pastor alemán, como siempre, se ha asomado a la valla al vernos pasar por la acera de enfrente, pero en lugar de, como siempre, ponerse a ladrar, se ha quedado callado, inmóvil, mirando. Y Becca ha hecho lo mismo, no se ha levantado en alto sobre sus patas traseras tirando de la correa como hubiera sido lo habitual, antes al contrario, se ha quedado quieta, tranquila y mirando. Puede que haya sido casualidad. Pero es un suceso que me ha dado que pensar, si es que en estas circunstancias vale la pena atenerse a lo que anteriormente considerábamos como un suceso o no.

También ha sido una buena experiencia mantener video conferencia con Artur. Estic contenta. Me ha gustado saber que, aún en confinamiento, el negocio que acababa de montar y para lo que se desplazó a Colombia, no se ha visto dañado por las circunstancias de confinamiento y que sigue en marcha.

En resumidas cuentas, tengo la sensación de que me estoy enfrentando a un futuro inefable y distinto, en el cual para sobrevivir bien viene el “begin the beguine”

Mañana más

DIARIO DEL CONFINAMIENTO (continuación)

Lunes 6 de Abril de 2020

Se ha prolongado el estado de alarma por dos semanas más. Era de esperar. La buena noticia es que los datos de infectados y muertos han disminuido considerablemente. Eso significa que el confinamiento ha funcionado. La mala noticia es que esto va para largo. Y tanto. También era de esperar. Esta pandemia nos va a mantener en vilo quien sabe hasta cuándo… habrá que bailar a su ritmo, no hay más.

A veces, no puedo asumir tanta incertidumbre. Me agobio intentando buscar una perspectiva razonable que me ayude a salir de ésta conservando la emoción, el sentido del humor y, sobretodo, el gusto por un argumento.. Seguir las noticias no ayuda demasiado, pueden confundir mucho y agobiar demasiado.

Este reciente fin de semana lo he pasado en stand by o en pausa, da igual, pareciéndome más a un artilugio tecnológico con el piloto rojo encendido que a una personica que tiene iniciativas. De cuando en cuando, le daba al mando a distancia para ver algún espectáculo o una película que me arrancara de ese estado de apatía. Cierto es que el viernes 3 tuve suerte de ver en directo el espectáculo que el Circo del Sol ofrecía gratis y que el sábado 4 volví a ver Ocean´s Twelve una peli para mí muy conocida pero que siempre me pilla. Estuvo bien mientras duró: un ratito.

Y no quiero decir que me hubiera descolgado de mi rutina diaria, ya la tenía robotizada. Me levantaba, me duchaba, desayunaba, me vestía, me maquillaba, sacaba a pasear a Becca, me ponía la mascarilla y los guantes y conducía hasta la gasolinera para comprar el periódico. De vuelta a casa y luego de la rutina higiénica de limpiar zapatos, lavar manos …etc leía el periódico mientras me tomaba el aperitivo, me prepara la comida y me la comía, después un rato de siesta… y luego … ya no daba puntada con hilo. Quiero decir que si intentaba leer no me concentraba, si intentaba escribir no encontraba palabras y, de no ser por Becca que me importunaba a las siete de la tarde reclamando su comida, creo que me hubiera quedado en ese impass hasta el día siguiente. Gracias a ella recuperaba el ritmo diario hasta la hora de la cena: me preparaba el hervido, me lo comía y… a completar el algoritmo tumbada en el sofá esperando la llegada del sueño visionando tv.

El domingo día 5 no me desperté muy animada. Había dormido mal. De hecho, no me duché, solo me lavé los bajos en el bidé y me atusé un poco antes de salir a comprar el periódico. A la vuelta, Becca no acudió como siempre a recibirme asomándose por la puertecita que separa la entrada del garaje. Y buscando el por qué, la encontré, entusiasmada, jugando con una rata muerta, gorda y con un rabo larguísimo. Rápidamente entré en casa y puesto que ya iba protegida con mascarilla y guantes solo tuve que buscar una bolsa de plástico donde introducir a la rata y salir cortando al contenedor de residuos orgánicos, para depositarla en el contenedor. Wow! Qué asco! Pero ese suceso inesperado que me obligó a tomar decisión rápida también me sirvió para reviscolar.

Bueno, este acontecimiento aleatorio, obviamente, sirvió para romper el algoritmo robótico en el que me veía inmersa y despertó mis inquietudes. Ahora, además del coronavirus debo ocuparme de las ratas muertas que aparecen en casa. Y eso da para mucho. Vuelvo a estar on the mood.

Pues, si mis vecinos están utilizando veneno para deshacerse de roedores entonces es posible que los roedores vengan a morir a mi casa. Pero si, los artilugios que llevo usando desde hace tiempo funcionan, entonces la presencia de ratas gordas en casa debe tener alguna explicación. Y buscarla puede ser un incentivo.

Y el pensar relativo a un acontecimiento no estabulado es, exactamente, lo que me ha impulsado a seguir con este diario, no estoy segura de llevarlo a buen término porque ya me he dado cuenta que para hacerlo solo cuento conmigo misma y mis pensamientos. Veremos hasta dónde doy de sí.

Hoy lunes me he lanzado a la calle. Ja! He hecho una pequeña compra, poca gente en el súper y los lineales abastecidos. Todo bien, Mañana más.

Miércoles 8 de Abril de 2020

Hoy ha hecho un día bonito de sol. Me he desperado muy animada. He jugado con Becca un rato en el jardín y luego he puesto lavadora, lavavajillas, pasado escoba…etc actividad de limpieza. Buena ducha, a por el periódico y comidita guay: macarrones ñam!!

Voy a escribir poco porque tengo mucho que leer. Un artículo de Chema Sanchez y otro de Adela Cortina que han publicado en el Diario Levante. Me he reservado su lectura para este momento antes de la cena en que me siento intelectualmente más productiva. Mañana una crítica comparativa y constructiva.

Viernes 10 de abril de 2020

Hoy es Viernes Santo y se hace extraño no ver los reportajes de las Procesiones en TV ni escuchar los sonidos festivos de las reuniones familiares de los vecinos. Aunque soy creyente no es para mí habitual participar en las liturgias de Semana Santa pero, saber que este año el Gran Poder y la Macarena no se han cruzado en la Campana en la madrugá, me ha descolocado un poco.

El día ha amanecido gris y plomizo, amenazando lluvia, sin embargo, por fin sólo al final de la tarde han caído unas gotitas que más parecían agua nieve, aunque por la época del año y la temperatura que hacía, desde luego, no podían explicarse como un suceso propio de esta época del año.

Lo mismo me ha pasado al releer los artículos de Adela y Chema, parece como si ambos partieran de un enfoque basado en standards cuyo valor explicativo se reduce a unas gotitas que remedan métodos de pensamiento de otra época. Se me ocurre que también yo podría escribir algo basándome en science in a free society de Feyerabend, pero todavía me parece prematuro. Mejor esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos. Mañana más.

Lunes 13 de Abril de 2020

Hoy es el primer día en que se levanta el confinamiento para actividades no esenciales como la industria, la construcción … y poco más. Parece, como se dice en el teatro, “un ensayo general con todo”… o con NADA, porque no hay mascarillas, ni test, ni guantes, ni se han establecido normas concretas de protección. Ya veremos si hay repuntes en los contagios!

Desde que comenzó este estado de alarma vivimos con un gobierno en constante improvisación. Dictan decretos cada día pero no facilitan ni ayudan a cumplirlos. Lo único que está resultando seguro es que con las muertes se está diezmando la población mayor de 70 años ( lo que me incluye) Ahorro de pensiones? Me pregunto en broma, claro, por hacer un chiste.

Recuerdo que durante la crisis de principios de los ’90, yo insistía con mis padres que se apuntaran a viajes con el imserso y mi padre se negaba siempre y para justificar su decisión me hacía ver, y era cierto, que en un lapso muy corto de tiempo tres o cuatro autobuses que se dedicaban a hacer esos viajes habían tenido accidentes mortales. Ves, decía papá, no tienen dinero para pagar las pensiones y nos meten en esos autobuses viejos a ver si nos van diezmando.

Hasta aquí la historieta de papá y mi comparación en forma de chiste macabro. Algo tendré que hacer para aliviar la angustia, no? Un poquito de imaginación no viene mal para hacer frente a estadísticas tan duras.

Y ahora, hablando en serio, mi mas sincero reconocimiento a todos los hombres y mujeres del gobierno central y de los autonómicos, que, estoy segura, están esforzándose para salvaguardar la vida de la ciudadanía del mejor modo que pueden y saben. Y, ahí están, aguantando el tirón estoicamente y soportando críticas y chistes macabros. Bravo!

En mi calle no se producen aplausos a las 8pm pero desde el fondo de mi corazón agradezco a todos los hombres y mujeres que trabajan en sanidad porque en medio de este despropósito de falta de material de protección se están jugando la vida para salvar vidas. Gracias!

El confinamiento no ayuda a comportarse de modo políticamente correcto. Pero, también, para sobrevivir al confinamiento, no está mal un poco de sentido del humor, aunque sea macabro. Ahí lo dejo.

Mañana… o cuando sea…más

Jueves 16 de Abril de 2020

Aunque hoy ha amanecido nublado presagiando lluvia, a mitad de mañana ha salido el sol y eso me ha ayudado a recuperar energía. También porque ha venido Liliana y con la rutina de la limpieza parece que se ha recuperado un poco la normalidad. Es bueno experimentar por un ratito como era la realidad de antes del confinamiento. Hasta a Becca se le nota un punto de alegría al poder dirigirse con sus gracietas a dos personas distintas a ver si pilla algo para comer fuera de horas. Y conseguirlo…jaja!

Durante este más de un mes que ya llevamos de confinamiento, debo decir que mi estado de ánimo ha sido tipo tobogán: unas veces arriba y otras abajo. Ha habido momentos incluso de montaña rusa. Nada agradable. A lo largo de mi vida he tomado decisiones arriesgadas y, en consecuencia, he tenido éxitos y fracasos, pero jamás me había sentido como una marioneta que pende de los hilos de la tramoya, donde la vida y la muerte son aleatorias.

Afortunadamente, luego de este mes de confinamiento, el riesgo del contagio se difumina y eso me da tregua para escribir unos versos dedicados al virus. Ahí van:

Tantas veces usado

como testimonio de “vida”

en otros planetas

reclama hoy el virus

su derecho

a “vivir” en la Tierra

Mañana…o cuando sea…más

Sábado 18 de Abril de 2020

Hoy ha sido un día raro en lo que respecta al tiempo. Ha amanecido soleado, luego se ha nublado y otra vez ha salido el sol. Hace un rato se ha desatado una tormenta con rayos y truenos y ahora vuelve a estar soleado. Casi una metáfora de cómo se están produciendo las estadísticas del covid los últimos días. Cambian según la hora, la comunidad autónoma o el medio que las divulgue. Es imposible encontrar datos fiables, lo cual, a mí, no me parece tan malo. De ese modo tengo una razón fiable para pasar de ellas. Y es un alivio.

Me he levantado algo más tarde de lo habitual, como a las 10, pero con risas después de escuchar unos chistes que me ha enviado Bruno por wasap. Me he dado un baño largo. Becca y yo hemos dado un paseo muy agradable, he ido a por el periódico a la gasolinera y luego me he preparado mi comida favorita de estos días: macarrones con queso. Una gran mañana!

A mediodía he visto en tv algo muy reconfortante. Pedro Duque y Fernando Simón contestando preguntas de niños y jóvenes. Valía la pena escuchar las respuestas de dos personas vinculadas a la ciencia hablando con sencillez de la posibilidad de que se permita salir a los niños pero con cierto control. Incluso les han hecho ciertas preguntas sobre falta de previsión en recortes de presupuestos para la investigación … y han contestado reconociendo errores, con respuestas humildes y desde la sensatez. Bieen.

Debido a la tormenta nos hemos quedado sin luz en el barrio durante más de una hora. En otro momento, no le hubiéramos dado importancia, pero ahora que todos estamos dependiendo de la tecnología, el apagón ha producido un cierto revuelo en la calle. Y justo en el momento del aplauso que desde hace pocos días ya compartimos.

Ayer, según me habían avisado, en la gasolinera vendían mascarillas. Verdes, de tela plastificada y no auténticamente fiables. A 2,50€ cada una. Vale! Compré dos y hoy cuando he ido a comprar el periódico ya no quedaban. En la farmacia dicen que nos darán tres de las quirúrgicas a los mayores de 65 a partir del lunes. Veremos… de momento yo ya estoy cubierta, porque las de tela son lavables. Así, en cuanto vengo a casa luego de usarla, la lavo con agua y jabón y ya la tengo lista para mañana. Sé que no me protege mucho pero es mejor que nada.

Según los informativos parece que el estado de alerta se prolongará hasta el 10 de Mayo. Estoy de acuerdo y espero que la normativa de la desescalada sea muy cautelosa. Yo, por mi parte, asumo que por mi edad y pertenecer a grupo de riesgo, deberé mantener el confinamiento bastante más tiempo. Dicen que los mayores de 65 saldremos los últimos…y yo me digo que “sense pegues” porque ya dice el aforismo bíblico que “los últimos serán los primeros”… Ja! En cualquier caso, esto es hablar por hablar. Por usar un símil taurino, diría que en la lidia de este toro que es el coronavirus todavía estamos en el primer tercio, el de capote y varas. Ya veremos si le hacemos buenos quites, le clavamos tres pares de banderillas con arte y le hacemos una buena faena de muleta bajándole la cabeza y lo llevamos prendido del engaño para rematarlo con una estocada al volapié en todo lo alto. Vámonos!

Si estoy más animada y me atrevo a usar de estos símiles políticamente incorrectos es porque en la duermevela de la siesta he soñado con mi abuela Virginia. Estábamos las dos en lo alto de una escalera, ella me tomaba de las manos y me sonreía, luego, bajaba despacio la escalera, volviéndose a medias y agitando la mano haciéndome gestos de que no la siguiera, que me quedara en el rellano.

Si me ha impactado el sueño es porque cuando a los treinta años tuve el sarampión y estaba muy malita, también recuerdo que soñé con Virginia que se sentaba a la cabecera de mi cama y me tomaba de las manos, apretándomelas con fuerza, y luego salía de la habitación haciéndome ese gesto de no me sigas quédate ahí.

Y los sueños…sueños son!

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Lunes 20 de Abril de 2020

Por fín hoy ya parece que sea primavera. Ha hecho un día soleado y caluroso…casi 28 grados. Becca ha perseguido lagartijas aunque no ha cazado ninguna. Yo he estrenado mi mascarilla nueva, la que regalaban ayer con el diario Levante. Qué curioso, si todo sigue así, dentro de nada hablaremos de moda de mascarillas…jaja.

A mediodía he charlado un rato con Guz y ha sido muy agradable. He convenido con él que voy a ver menos informativos y procurar no agobiarme demasiado con lo que cuentan por las redes. Ya decía Mc Luham que “the medium is the massage” allá por los ’70. Y está bien, pero a veces los masajes te dejan dolorida y cansada. Así que, seamos cautos y dosifiquemos las sesiones.

Poco más que decir del día de hoy. Una jornada tranquila que voy a rematar leyendo un ratito. Mañana…o cuando sea…más

Miércoles 22 de Abril de 2020

Hoy he tenido un día muy activo. Ha hecho sol y me lanzado a la calle, he ido al súper a hacer la compra, al estanco a por tabaco, al veterinario a por las pastillas de desparasitación para Becca y a la farmacia a por las tres mascarillas que regala la Generalitat a los mayores. Ha sido toda una gincana, adecuándome en el horario para sortear las colas. Dos horas de emoción y estrategia muy bien aprovechadas!

Ahora ya tengo víveres para toda la semana, Becca sus pastillas y el collar antipulgas y yo una selección de mascarillas de lo más variado. Las de diario, que serán las de tela lavable, las dos que compré en la gasolinera el viernes pasado y la que obtuve de regalo el domingo con la compra del Levante, y las de vestir, que serán las tres desechables que acabo de recoger hoy en la farmacia. Bieen. Ahora sólo tengo que buscar la ropa adecuada para combinarlas…Ja!

No quiero parecer frívola pero si no me tomo con un poco de sentido del humor estas carencias (de mascarillas, guantes, geles…) con las que hemos tenido que convivir dramáticamente (en especial los sanitarios) más de un mes desde que se decretara el estado de alarma…me pondría a llorar a lágrima viva. Y eso no me vale para sobrevivir y seguir adelante.

En el mismo sentido, he cambiado de lectura. Los poemas del “Libro de los anhelos” de Leonard Cohen estaban resultándome ya un poco deprimentes, así que me he pasado a un libro de Saramago titulado “Ensayo sobre la lucidez” que, por cierto, conocí gracias a la recomendación que de él hizo Antonio Banderas en el programa el Hormiguero cuando Pablo Motos le hizo una pregunta relativa a las elecciones entonces inminentes y ya las terceras convocadas en un corto periodo por falta de acuerdo para formar gobierno. El libro comienza con unas votaciones cuyo resultado es el de una gran mayoría de votos en blanco…

Por cierto, creo que hoy o mañana se cumplen los 100 días del gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez…y no les arriendo la ganancia.

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Viernes 24 de Abril de 2020

Hoy ha hecho un día soleado, cálido y esperanzador. El jardín, aunque está hecho una selva, empieza a alegrarse con algunas flores que le dan colorido festivo. De la festa la vespra, se dice en valenciano y me pongo en el lugar de los niños que a partir del domingo van a poder salir una hora a pasear… vaya fiesta la de esta víspera. Tiene un sentido de esperanza. El domingo, cuando salga a comprar el periódico me pasaré por la plaza para verlos corretear y disfrutar, a ver si se me pega algo de su alegría.

Ayer me llamó Amparo que también está esperanzada con el reciente parto de Chati, la perrita Collie que dice lleva seis perritos. Le han preparado una paridera preciosa. Qué bien, da gusto saber de la llegada a este mundo de nuevas vidas. Estoy segura de que Chati será una gran madre porque es una perrita muy inteligente.

Yo, por alimentar mi esperanza, voy buscando destinos de viajes en España para cuando sea posible. Además de volver a lugares conocidos como Orduña, Santoña, Sevilla o Ibiza…se me ha ocurrido hacer un viaje a Valladolid, Rueda, Ribera del Duero… coincidiendo con la vendimia, con el fin de catar vinos (verdejo claro) y recorrer esa España fría que no conozco. Sé que no es más que un juego imaginativo para pasar el rato y refrescar la mente con ideas agradables, pero, quien sabe, puede que en un futuro no muy lejano se conviertan en algo real. Todo es cuestión de tirar del hilo… como decimos en la escuela del pensamiento libre.

Bien, de momento todavía me quedan unas cuantas semanas de confinamiento antes de que pueda llevar a cabo estos planes pero qué caramba! … como dicen que decía un escritor: que las musas me pillen trabajando!

Mañana…o cuando sea…más.

Lunes 27 de Abril de 2020

Hoy ha hecho un día soleado y caluroso ( más de 20º) y me he despertado con risas después de ver la imitación que hizo Brad Pitt en el programa Saturday Night Live del doctor Fauci el asesor del presidente Trump en esta epidemia( como Fernando Simon aquí)

Todo viene a cuento de cuando Trump recomendó la semana pasada como método de cura inyectar a los enfermos desinfectante o ponerlos al sol. Una parodia excelente de Brad Pitt caracterizado de Fauci y contestando con sarcasmo a estas propuestas. Jaja!

Ayer por fin, los niños pudieron salir a la calle. Según el periódico en Valencia el cauce del río estaba petado de gente. Casi demasiado. Han criticado algunas conductas de proximidad peligrosas. Hoy, sin embargo, aquí en la Cañada daba gusto ver a las madres y padres jóvenes tomando el sol con sus bebés o sus niños de corta edad. Bonita vista que ya se echaba de menos.

Parece que la incidencia del virus se va reduciendo y, en consecuencia, vamos a poder salir a pasear y hacer deporte a partir del día 2 de Mayo. A ver si en alguna ocasión podemos salir a caminar juntas Merche y yo. Ayer hablamos por videoconferencia y me resultó muy gratificante.

También me llamó Sebas, el jardinero, para decirme que vendrá a trabajar a casa a partir del lunes 4 de Mayo. Bieeen…porque esta especie de selva en que se ha convertido el jardín necesita de un “peluquero de plantas” como él se llama a sí mismo.

Yo también necesito un peluquero pero eso todavía tardará, por lo menos hasta fin de Mayo. Me he vuelto a poner tinte y he conseguido un color pasable pero ya no sé cómo peinarme. Estoy en esa fase en que el pelo ni es largo ni corto, está creciendo a su albur e incontrolable. Hoy he decidido retirarlo por detrás de las orejas lo cual me da un aspecto muy raro. Mañana ensayaré un nuevo estilismo a ver si acierto. De todos modos sigo pensando en dejarlo crecer hasta conseguir media melena o algo parecido como me sugirió Agustín por Navidades. Después del confinamiento qué menos que un cambio de imagen! Bueno y puede que quizás algo más. Tengo proyectos… ya se verá.

Y ahora a pasear a Becca que ya está tan impaciente que hasta me ha ladrado un poquito.

Mañana…o cuando sea…más.

Viernes 1 de Mayo de 2020

Hoy es el día internacional del Trabajo y resulta muy atípico vivirlo sin manifestaciones en las calles y con un inesperado poniente que ha subido la temperatura a 28ºC. Parece que esto último, lo del calor, es bueno porque dicen que las temperaturas altas impiden el contagio del virus. Lo primero, la falta de celebraciones, no creo que signifique mucho en un país en que la tasa de paro aumenta casi al mismo ritmo que los contagios por covid.

Lo interesante es que ya hemos entrado en lo que llaman la desescalada después del confinamiento y el gobierno ha establecido unos horarios para que a partir de mañana podamos salir a la calle. A mí, como mayor de 70 años me tocan dos horas al día, de 10 a 12. No cambia nada porque como paseo a Becca seguiré saliendo cuando quiera como venía haciendo hasta ahora.

Me pregunto a quien quieren engañar con esta “nueva normalidad” que nos venden en fases (0+3) cuando ni siquiera se ponen de acuerdo sobre a que áreas se va a aplicar: las provincias, las comunidades autónomas o las áreas de Salud. A veces, cuando me cuesta pillar el sueño, doy en imaginar como será o sería una conversación entre Ivan Redondo, el asesor político del presidente y Fernando Simón, el coordinador de emergencias sanitarias y portavoz. Solo el planteamiento ya me parece un chiste de los de Broncano y me da la risa floja y poco a poco consigo dormirme…Jajaja

Las buenas noticias de hoy son: Becca, después de mucho esfuerzo, ha cazado una lagartija y, sin cola, me la ha traído a casa como trofeo y que dentro de diez minutos voy a ver on line un espectáculo del Cirque du Soleil. Ahí vamos pues!!

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Viernes 8 de Mayo de 2020

Bueno, parece que la “nueva normalidad” ha venido para quedarse y no con las mejores expectativas. La crisis sanitaria se ha reducido considerablemente o así lo dicen los datos estadísticos pero ahora se nos viene encima la crisis económica.

Estamos a punto de concluir la fase 0 con cierto éxito: los runners han salido a correr, los niños a jugar y las personas de mi edad damos paseos. Todos cumpliendo el horario establecido por el gobierno que ha prolongado el estado de alarma dos semanas más con apoyo muy justo en el Congreso.

Estoy a la espera de conocer si la Comunidad Valenciana entrará en fase 1 lo cual permitiría una pequeña reactivación económica. Un pequeño espejismo de bares y restaurantes, algunas tiendas y otros negocios abiertos al 30% de aforo. Pero la cruda realidad es que sus posibles clientes no disponen ni de liquidez ni de ánimo para responder esa oferta.

Por fin, no hemos pasado de fase. Seguimos en la 0 y todo el mundo cabreado.

Nueva oportunidad…la próxima semana